Los aceites esenciales pueden desempeñar una suerte de aromaterapia en las oficinas contemporáneas, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo, favorecer la concentración o controlar el estrés. Para diseminarlos por el aire se utiliza un difusor al que se le aplican diariamente o periódicamente varias gotas de estos productos denominados aceites esenciales.

Diversos estudios recogen, sin ir más lejos, que el aroma cítrico favorece la comunicación y la alegría, que los olores frescos mejoran la memoria y el buen desempeño o que los aromas florales son una estupenda ayuda para nuestra imaginación y creatividad.

Estos son cinco aceites esenciales por los que puedes apostar en tu oficina.

5 aceites esenciales para usar en la oficina

• Aceite esencial de lavanda: Contienen linalol y limoneno, dos moléculas que desempeñan una importante acción ansiolítica muy útil para combatir el estrés. Estas también están presentes en las esencias de frutas cítricas como el pomelo, la naranja o la mandarina, en aceites esenciales como el de cilantro o palo de rosa y también en el de salvia. El aroma de la lavanda también es fantástico para aquellas personas que sufren migraña. 
• Aceite esencial de bergamota: Esta naranja amarga cultivada en Italia tiene una corteza cuyo aroma es clave para levantar el estado de ánimo, ya que sus beneficios a nivel psicológico y emocional inciden sobre el nervioso aliviando los síntomas de la ansiedad y la depresión.
• Aceite esencial de limón: Es ideal para despejar la mente y potenciar la creatividad. Al igual que los de tipo mentolado, limpia y refresca el ambiente, siendo especialmente idóneo para los días de más calor.
• Aceite esencial de romero: Esta especia tan propia de la gastronomía mediterránea es clave para la retención de la memoria, el alivio de la fatiga mental y la mejora del rendimiento. Lucha contra el cansancio y revitaliza. Especialmente útil por las mañanas.
• Aceite esencial de canela: Al igual que el anterior, las propiedades estimulantes de la canela contribuyen a combatir la fatiga mental y a la mejora de la concentración. 

Por norma general, la cantidad de aceite esencial que se precisa son unas 15 o 20 gotas de dos a tres veces por día durante una media hora como máximo.