Cómo evitar la condensación en invierno: tips sencillos

La condensación en invierno es un fenómeno bastante habitual en muchos hogares debido a fenómenos como la ventilación restringida, la calefacción funcionando y las bajas temperaturas exteriores.

El vapor del agua se convierte en líquido a causa del enfriamiento y así, surge la condensación fruto del exceso de humedad dentro de la vivienda, que se deposita en ventanas, paredes, cristales, paredes y rincones, que ocasionan mal olor, formación de hongos, aparición de moho y ambiente insano, fatal para aquellas personas que padecen asma, problemas reumáticos, alergias o bronquitis crónica.

La condensación se produce especialmente en paredes con alto coeficiente de transmisión térmica y existen factores que agravan su aparición como el número de personas que viven en la casa, actividades como cocinar, ducharse, planchar o fregar platos, secar ropa dentro o no ventilar lo suficiente. A continuación, te daremos algunos consejos para huir de ella o reducirla. 

Consejos para evitar la condensación

Estas son algunas de las medidas para evitar la condensacción.

  • Ventila a diario: Procura que el frío o la lluvia no te eximan de ventilar. Ventila al menos quince minutos diarios todas las estancias de casa para depurar el aire y abre las ventanas después de ducharte, cocinar o planchar, entre otras actividades.  Cuanto más nueva es la casa, más importante es la ventilación.
  • Utiliza un deshumidificador: Si no puedes ventilar adecuadamente, puedes usar un deshumidificador, o como complemento en las zonas de ambiente más húmedo. También existen sistemas de ventilación domésticos que reemplazan el aire cargado de humedad con otro más seco, mejorando la calidad del mismo.
  • Ventanas térmicamente eficientes y con doble acristalamiento: Son otra solución efectiva, evitando la transferencia de calor mediante los marcos y reduciendo la presencia de condensación en los mismos. El aislamiento térmico insuflado elimina la doble fachada y los molestos problemas de humedades. Los beneficios son viviendas más salubres y menor riesgo de moho y hongos.
  • Toma duchas más cortas y con agua menos templada o si es posible, seca la ropa fuera. También es importante cubrir los recipientes en la cocina para que no se multipliquen los problemas de humedad.

¿Conoces más formas de evitar la condensación?