Te contamos cómo limpiar el papel pintado de paredes

El papel pintado para paredes perdura en muchas viviendas y además, con el auge de la decoración vintage, ha vuelto a estar de moda en muchos hogares. Pero, ¿sabes cómo limpiarlo adecuadamente? A continuación te facilitaremos unos breves consejos para que tus paredes luzcan relucientes y puedas aprovechar su potencial estético sin miedo a la suciedad.

Pautas para limpiar el papel pintado para paredes

Los colores vivos y las diversas texturas del empapelado generan una atmósfera alegre, pero también generan más dificultades a la hora de limpiarlo que las paredes convencionales. Por lo tanto, antes de limpiar tu pared, ten en cuenta una serie de advertencias para no llevarte sorpresas:

  • Lee detalladamente las instrucciones del fabricante. Como la composición y el acabado del empapelado son distintos en cada caso, es importante leer los consejos del fabricante para saber utilizar los métodos de limpieza correspondientes. 
  • Quita el polvo cuidadosamente valiéndote de un plumero o atando un trapo limpio sobre la escoba y quitando el polvo de las paredes antes de limpiar el empapelado.
  • Para el empapelado viejo y sin acabado, limpia la pared con una esponja específica de limpieza en seco hecha de goma natural para quitar la suciedad superficial sin mojar. Frota ligeramente y con suavidad la superficie con movimientos largos para quitar suciedad sin romper o deteriorar el papel pintado.
  • También existen casos de empapelado lavable. Para ellos puedes usar una esponja natural un poco humedecida con una solución de agua templada y una pequeña cantidad de detergente líquido. Antes de empezar, comprueba en un rincón que la solución no despega el papel ni arrastra el acabado. Frota siempre con delicadeza y evita que el empapelado se humedezca. Una vez aclarado, absorbe la humedad adicional con trapos limpios.
  • Quita las huellas y manchas de dedos y manos pasando con delicadeza una goma de borrar blanda. También puedes emplear limpiadores comerciales específicos para quitar las manchas más pequeñas.
  • Evita los limpiadores abrasivos -polvos de fregar y cremas- a la hora de limpiar el empapelado. Los gránulos abrasivos que contienen pueden rascar el acabado, estropear la pared y dinamitar el aspecto estético que el papel pintado aporta a la estancia.