Mantener la cocina limpia se trata de una exigencia doméstica básica, puesto que es una de las mejores maneras de evitar la propagación de bacterias y por lo tanto, la insalubridad de los alimentos. Es fundamental desinfectar las diversas superficies del hogar. Te recomendamos limpiar por zonas y utilizar productos químicos específicos:
- Encimeras y superficies de trabajo, así como tablas de cortar, deben estar siempre limpias porque entran en contacto directo con los alimentos. Te recomendamos lavarlas antes de cocinar y durante la preparación de distintos tipos de alimentos.
- La nevera debe estar siempre limpia, con una temperatura entre los 0ºC y los 5ºC. Además, los alimentos almacenados en su interior tienen que estar correctamente envasados y separados entre ellos. Te recomendamos limpiarla a fondo varias veces al año.
- La despensa, cajones, estanterías y otras zonas donde almacenan alimentos deben vaciarse, limpiarse y desinfectarse con regularidad para que su uso sea más seguro.
- El fregadero, por su parte, debe limpiarse a diario dada la humedad a la que está expuesto. Es fundamental limpiar bien las juntas y secarlas y no almacenar los platos sucios en el fregadero.
- La campana extractora acumula grasa que, si no se limpia, produce goteos y problemas de suciedad y baterias. Por lo tanto, desinféctala con periodicidad.
- ¡No te olvides del cubo de basura! Es una de las principales fuentes de contaminación dado que la materia orgánica puede acumular una importante cantidad de bacterias.
- Lávate las manos siempre con agua tibia y jabón antes de manipular alimentos.
- Cambia los estropajos y paños de cocina con regularidad, dejando que se sequen bien antes de usarlos de nuevo.