El encharcamiento excesivo de la tierra es una de las principales razones por las que las plantas se mueren: si las riegas demasiado y no es uno de los cuidados recomendados para esa especie concreta, las raíces se pudren.

Un truco para que esto no suceda es mejorar su drenaje. ¿Cómo puedes hacerlo? Deposita la maceta en una superficie que no sea resbaladiza y, con un destornillador, da golpes secos y suaves en el centro hasta perforarla. Para no mojar el suelo (algo especialmente perjudicial en el caso de la madera) pon un plato debajo.

Este agujero de drenaje resulta esencial para que la planta pueda expulsar el agua que le sobra, evitando de este modo el exceso de humedad. Esto es muy importante en plantas suculentas como el aloe vera o los cactus, procedente de climas más secos y cálidos.

El material de la maceta también resulta importante: es mejor que sea de barro que de plástico, ya que la terracota permite que el agua se evapore más rápido. 

Otro truco para que las plantas drenen mejor es añadir una capa de corteza de pino en el fondo de la maceta. La recomendación para un buen drenaje está en el sustrato. Debes combinar tierra turba con un material poroso.