Cómo utilizar bien los restos de café para quitar el mal olor de las tuberías

Un mito del que seguro que habrás escuchado hablar es que los posos del café, volcados directamente sobre el desagüe de las tuberías, sirven para dejar las cañerías limpias y acabar con el molesto mal olor. No obstante, debes tener mucho cuidado: los restos de café pueden empeorar el problema, pegándose a las tuberías y provocando moho y un hedor todavía más pestilente.

Lo advierten desde páginas web como la de Ecoembes: pese a que los posos son biodegradables se trata de un material sólido que puede estancarse y agravar el atasco, pegarse en las bajantes o acumularse en los codos. La recomendación de la organización es clasificar adecuadamente el residuo, tirándolo en el contenedor de la basura orgánica, de modo que pueda convertirse en compost.

Si tú mismo preparar abono casero puedes aprovecharlo: los posos de café tienen potencial de ahuyentar insectos y permiten alimentar tus plantas.

Posos de café: puedes filtrarlos para fabricar tu desatascador casero

Un truco que aportan desde Hogar Manía consiste en calentar los posos de café en un par de litros de agua e incorporar además el zumo de un limón. Después de colarlos, puedes volcar el agua caliente por el desagüe.

No obstante, el mejor desatascador casero que puedes fabricar es el que lleva bicarbonato de sodio y vinagre. Completa los siguientes pasos:

  • Vacía el agua acumulada en el fregadero.
  • Vierte una taza de bicarbonato por el desagüe y a continuación, medio litro de agua hirviendo.
  • Espera un par de minutos y vierte la segunda taza de bicarbonato y a continuación, la taza de vinagre. Oirás borboteo y escucharás que algunas burbujas salen hacia fuera.
  • Un cuarto de hora después echa el medio litro de agua hirviendo que queda, y comprueba que tanto el atasco como el mal olor han desaparecido finalmente.