El mejor método para limpiar la rejilla del horno

La rejilla de tu horno puede acabar completamente sucia después de unos días de usar este electrodoméstico: grasa, pegotes de comida quemada, chorretones de aceite y salsa o alimentos incrustados acaban inevitablemente sobre este elemento. Pero como en todo lo que tiene que ver con la limpieza doméstica, qué no cunda el pánico: hay solución.

Aunque te dé pereza, no esperes a que esté muy sucia para limpiarla: es insalubre y puede causar malos olores. Recuerda que una rejilla sucia multiplicará las bacterias y hará más probables las intoxicaciones alimentarias. Hay un truco que puedes aplicar para dejarla como nueva, y en muy poco tiempo.

El truco estrella para limpiar la rejilla del horno

Sumerge la rejilla en una bandeja honda y llénalo hasta el borde de agua caliente, de forma que esté totalmente sumergida. Añade 3 cucharadas generosas de bicarbonato de sodio y espera unos 10 minutos a que este producto casero de limpieza haga su efecto.

Cuanto más sucia esté el agua, mejor: quiere decir que los residuos se han desprendido. Si todavía queda grasa en tu rejilla, frota con un cepillo o una esponja. Para terminar, enjuaga con abundante agua limpia y caliente.

Seca bien la rejilla para que no quede resto de humedad y vuelve a disfrutar de tu horno como nuevo.