Toparte con un tornillo pasado de rosca conlleva muchos quebraderos de cabeza, pero que no cunda el pánico. Existen algunas maneras de extraerlos sin enloquecer. Como siempre, el dicho tiene razón: más vale maña que fuerza. Desde la web Instructibles proporcionan algunos valiosos consejos.

Métodos para quitar un tornillo pasado de rosca

  • Utiliza una banda elástica: Su superficie gomosa puede contribuir a mantener el extremo del destornillador en la cabeza del tornillo pasado de rosca e impedir que se salga. La goma debe ser lo más ancha posible para colocarla sobre la broca, insertarla suavemente en la cabeza desprendida y girar el tornillo. Lo que la banda de goma hace es llenar las áreas despendidas y brindar la fricción necesaria para retirar el maldito tornillo que te trae por la calle de la amargura.
  • Sácalo con el taladro eléctrico: Para ello tendrás que abrir el portabrocas del taladro y ponerlo encima de la cabeza del tornillo, apretando con la mano hasta cerciorarte de que está sujeto. Levanta suavemente el tornillo y comprueba como se desincrusta.
  • Utiliza herramientas especializadas: Exisen extractores de tornillo, con el giro a la izquierda -los tornillos lo tienen a la derecha-. Es importante elegir el tamaño adecuado. Otra cosa que puedes emplear en el caso de que el tornillo pasado de rosca esté incrustado de forma muy profunda se trata de la broca saca tapones que no sólo extraerá el tornillo, sino parte del material de alrededor del mismo. Su uso es sencillo: se coloca la broca por encima del tornillo, se engancha y se presiona hasta que esta alcance la profundidad deseada, extrayendo el material.

Por último, además de la opción de dejarlo como esta también puedes cortar una muesca en la cabeza del tornillo pasado de rosca, logrando una vía para que un destornillador de cabeza plana se apoye y extraiga el tornillo.

Fuente | Instructables