Cuando el lavavajillas huele mal, la cocina se inunda del olor desagradable que también puede contagiarse a la vajilla. Además de ser incómodo, es peligroso para la seguridad alimentaria, ya que implica la proliferación de gérmenes y bacterias.

La razón principal de que el lavavajillas huela mal es la acumulación de restos de comida en el filtro, aunque también puede haber podredumbre, moho o suciedad en el filtro, la goma, las vigas o la puerta. Esto es todo lo que puedes hacer.

Mi lavavajillas huele mal: cómo limpiarlo

• Saca los restos de comida con papel de cocina y revisa primero todos los elementos del electrodoméstico, como el filtro, el drenaje o la puerta.
• Limpia el filtro al menos una vez al mes: es el cesto alargado que puedes extraer y desenroscar. Se limpia de una forma muy sencilla con agua caliente y un par de tazas de vinagre blanco, incorporando un chorro extra de jabón líquido. Deberás dejarlo media hora a remojo y frotar bien con un cepillo de dientes.
• Pon el lavavajillas vacío con dos tazas de vinagre blanco dentro y un par de cucharadas de bicarbonato de sodio dentro. Pon un programa en caliente.
• Si el desagüe está taponado, pon la solución anterior de vinagre y bicarbonato donde está el drenaje, dejando que repose y añadiendo agua caliente.
• Retira todos los restos sólidos de comida antes de meter los platos en el interior de lavavajillas. De esta manera prolongarás el buen estado del electrodoméstico y evitarás taponamientos.
• Como truco, puedes añadir pieles de limones y naranjas cuando laves los platos, de forma que dejen un rico olor cítrico al finalizar.