Si te toca limpiar los hornillos pero no quieres recurrir a comprar ningún producto especial existe un truco casero que puede ayudarte: saolamente necesitas agua caliente y vinagre.

Para dejar como nueva tu cocina de gas calienta agua en un recipiente e incorpora la mitad de vinagre: si tienes bastantes hornillos, debe ser un barreño de gran tamaño. Sácalos de sus respectivos sitios y sumérgelos por completo en esta mezcla, dejándolos durante al menos una hora para que el líquido limpiador penetre bien sobre la grasa y la suciedad incrustada en ellos.

El siguiente paso es secarlos bien con un trapo limpio y espolvorear sobre ellos bicarbonato. Emplea un estropajo para frotar con ahínco y retirar toda la posible suciedad incrustada a ellos.

Un consejo extra para limpiar los hornillos y que no queda ni rastro de suciedad en ellos es emplear un alfiler, aguja o alambre finito para deslizarlo por sus orificios. Así retirarás cualquier posible obstáculo que impida después encender el fuego.

No olvides repetir la limpieza de forma periódica.